Poderosas Latinas

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Paula González Ortiz, staff writer

GRACIAS MUJER LATINA

Toda mujer en la actualidad tiene las capacidades de cumplir cualquier meta que se proponga. Esto lo sabemos gracias a importantes eventos que han transcurrido a lo largo de la historia que cada vez le han dado valor a la mujer, sabiendo que en unos países está presente la igualdad de género como en Noruega o Filipinas. En Latinoamérica, a pesar de ser un subcontinente marcado por la desigualdad y por su maltrato hacia las mujeres y en el cual se registran las tasas más altas de asesinatos por violencia de género, las mayores proporciones de embarazos adolescentes entre otras cosas, también es distinguido no sólo por sus logros internacionales sino por mujeres con raíces latinas que han dejado una huella en la historia de diferentes países, entre ellas Dolores Huerta. 

Dolores Clara Fernández Huerta una mujer nacida en Dawson, Nuevo México en 1930, el día de hoy es una sindicalista estadounidense con raíces hispanas, cofundadora y primera vicepresidente del sindicato de trabajadores agrícolas de América identificado por las siglas AFL-CIO.

Los padres de Dolores fueron como muchos de los nuestros, personas que migraron hacia Estados Unidos buscando un mejor futuro. Su padre fue minero, agricultor y tiempo después se convirtió en activista sindical y legislador estatal. Su madre era propietaria de un restaurante y un hotel que le brindaba hospedaje a familias campesinas sin costo alguno, uno de los motivos que impulsó a Dolores a creer y luchar en los derechos civiles de las personas.

La acción comunitaria de Dolores comenzó desde que estaba en la preparatoria donde estuvo en una situación que ella consideró de prejuicios raciales debido a sus raíces hispanas. Después de ir a la universidad, Dolores fue maestra de una escuela de primaria donde tiempo después renunció por esta razón, y en sus propias palabras: “No toleraba ver a los niños entrar al salón hambrientos y necesitando zapatos. Pensé que podría hacer más a través de organizar a los campesinos que a través de enseñar a sus hijos hambrientos”.

Esta mujer como otras latinas, ha recibido muchos honores; entre ellos el premio Eleanor Roosevelt Award for Human Rights por ser una de las tres mujeres más importantes del año 1997. Dolores protestó y cumplió varios de sus logros, muchos encabezados a las oportunidades para las mujeres y niños y a los proyectos agrícolas de las personas con raíces hispanas. Por medio de sus proyectos ya cumplidos tales como el proyecto de ley de 1960 para permitir que las personas de habla hispana tomen el examen de conducir de California en español, la legislación de 1962 que revoca el programa Bracero, la legislación de 1963 para extender el programa federal, la ayuda a familias con niños dependientes (AFDC), a trabajadores agrícolas de California y la ley de Relaciones Laborales Agrícolas de California de 1975; Dolores ha hecho que estas personas tengan una mejor vida.

Con su asociación de obreros agrícolas, Dolores logró impactar y confrontar las grandes empresas agrícolas para que los campesinos que habían vivido, trabajado y pagado impuestos en los Estados Unidos pudieran recibir el privilegio de la ciudadanía y otros privilegios además de luchar por un incremento en sus salarios por medio de marchas y huelgas y lo más importante declarar los derechos de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos.

Con los logros de esta mujer, nos podemos dar cuenta que por más lejano que se vea una meta o por más terrorífico que sea el oponente se puede lograr, como lo hizo Dolores con ayuda de otras personas dejando un legado en la historia de los trabajadores agrícolas hispanos en los Estados Unidos, mejorando de alguna u otra manera la calidad de vida de ellos e impulsando a las mujeres latinas a luchar por sus derechos y por los de las demás personas.